martes, 10 de noviembre de 2009

Regalando tu poesía

Para regalarte una poesía
donde te diga la verdad,
solo debo catar
el dulce sosiego
de tus ojos a la mar.

Y si por osadía
tu rostro puedo atisbar,
me embriagaré
en la insolente arquitectura,
de tu belleza sin igual.

Una y mil veces,
o tal vez un poco más,
tus labios
me deliran
en un sueño sin final.

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